El producto Potters

Segundas partes nunca fueron buenas. Viejo refrán omnipresente en el séptimo arte y que muchos creyeron acabado con El Padrino II (1974). Una pena que se equivocasen entonces, porque si deprimente era la segunda entrega de Harry Potter, imagínense la cuarta, Harry Potter y el cáliz de fuego (2005). Tal vez, lo único positivo que se pueda decir de esta cinta, es que ritmo no le falta. Eso sí, para conseguirlo, el director -que por primera vez en la saga es inglés, Mike Newells- dispone una sucesión de escenas inconexas, donde los rápidos y continuos cortes provocan que el espectador pierda el sentido de lo que está visualizando.

En cuanto a la trama, más de lo mismo: el pequeño Potter tiene que vencer de nuevo a Voldemort. Mientras, se produce la competición de los tres magos -que esta vez son cuatro, representantes de los tres colegios y, mira tú por donde, Harry-. A esto se le suma un escaso desarrollo de los personajes, demasiado estereotipados: un fortachón que se liga a la amiga de Potter, la preciosa chica que encandila a Ron y el típico lider de las comedias adolescentes.

Newells aporta a la cinta un oscurecimiento de la imagen y muchos más efectos especiales de lo que hicieron sus antecesores. Con esta fórmula, el realizador intenta saciar la imaginación de los espectadores. Algo que por si sólo el guión no consigue. Por su parte, las actuaciones de los jóvenes protagonistas dejan mucho que desear, tirando a vergonzantes y ridículas. Los actores restan verosimilitud y tensión al film. Personajes acartonados e irreales.

Harry Potter sigue siendo un producto de Hollywood para hacer dinero. El objetivo no es otro que atraer a los cines al mayor número de personas; sabiendo que la prolongación de las salas se hallará en las tiendas de merchandising.

3 comentarios:

Alejandro Marcos Ortega dijo...

A mi fue uno de los libros de la saga que más me gustó, peroya se sabe lo que apsa con als adaptaciones...

kei dijo...

cuando ví la primera (en la tele) pensé: está bien, se lo han currado y si fuera niño esperaría más. pero no he vuelto a ver ninguna de la saga, a pesar de los directores o que desfilen los mejores actores ingleses. tal vez los libros si puedan interesarme, porque las pelis no me dicen nada más, parecen un culebrón interminable.

Pablo dijo...

No he visto ninguna.
Y pienso que no las veré.
DIgo lo mismo que key.
Con una hubiese bastado.
Pero una cosa es el arte
Y otra la taquilla.
Muy buena tu reseña amigo mio
Saludos!!!
http://pablocine.blogia.com