Por si alguien echaba de menos a Nacho Vigalondo o el canto pegadizo y original de su 7:35 de la mañana (2004), el director español vuelve a escena. En este caso nos trae un anuncio en el que mezcla un ritmo endiablado con la estética más hogareña. El objetivo no es otro que pedirnos respeto para los vecinos y su amado descanso. El dinero lo puso Pikolin, pero es Vigalondo el que canta.
Klute (1971)
Hace 3 días
2 comentarios:
Jajajaja, ¡qué bueno!. Esto está especialmente dedicado para los que somos especialitos para dormir
la crisis aumenta la creatividad no? jajaja
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