Sin agresividad, pero con historia: 'La Ola'

La reflexión intelectual que se quiere abordar en La Ola (2008) se queda muy lejos de la efectividad deseada. Es cierto que su director, Dennis Gansel, parte de una acertada premisa -¿puede volver a haber en Alemania otro sistema político similar al del III Reich?- pero se pierde en los tejemanejes de la narración.

La historia cuenta como un profesor de instituto emprende un proyecto para demostrar que se puede volver a instaurar un régimen autocrático en cualquier sociedad. Para ello alecciona a sus alumnos: deben llamarle "señor", levantarse cuando hablen en el aula, vestir con uniforme, etc. Desgraciadamente, el experimento funciona y los adolescentes terminan por asumir la pérfida dinámica de grupo.

A pesar de toda la puesta en escena, la película se centra demasiado en el conglomerado de superficialidades que emergen de la necesidad de identificación con los demás. Lo que debería haber sido accesorio en el film -la ropa, los actos sociales, etc.- se convierten en el centro del metraje; olvidándose por completo de desarrollar unos personajes estereotipados en exceso. Ni el giro trágico-que llega muy tarde, por cierto- puede hacernos olvidar que durante muchos minutos hemos estado viendo en patallas a individuos simples y poco trabajados: el guaperas, el malote, la reivindicativa, la perdedora o el inadaptado social.

Con todo ello, la pelicula adquiere cierta fuerza dramática al saber que este ensayo educativo fue llevado a cabo en los años 6o en EEUU y que tuvo que suspenderse por unos resultados similares a los que se narran en el film. Desde luego, el carácter didáctico perdurará por años y esta obra puede ser utilizada para enseñar que toda sociedad democrática debe estar alerta ante los avances del totalitarismo. Hasta las conquistas sociales tiene un lado perverso: son tan fáciles de perder como complicadas de lograr.


1 comentario:

Alejandro Marcos Ortega dijo...

es escaofriante pensr que fue une xperimento de verdad...