La experimentación con numerosos elementos visuales es precisamente lo más atractivo del cortometraje Copy Shop (2001). Esta obra del austriaco Virgil Wildrich consiguió la nominación al Oscar en 2002 y tuvo una gran aceptación por parte de la crítica. Con ocho meses de postproducción a la espalda, narra la historia de un empleado de reprografía; quien un día fotocopia su mano y desencadena la locura de la máquina, que empieza a multiplicar al propio protagonista.
Sin perdón (Unforgiven-1992)
Hace 1 semana
1 comentario:
dios que paranoias...
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