La lucha de las ideas

Dos años hubimos de esperar los españoles para poder ver en nuestras pantallas Lutero (2003), de Eric Till -mucho más conocido por su dirección en la televisión, siempre en la BBC-, que nos adentra en una época de transición: el paso del mundo medieval al moderno, el Cisma. Al fin y al cabo una revolución, aunque sea religiosa.

Corre el siglo XVI, Lutero (Joseph Finnes) ingresa en los agustinos y ya, desde este punto, el misticismo inunda la cinta; después acudirá a Wittemberg donde se doctorará en Teología y se convertirá en uno de los profesores más queridos de su protector, el príncipe Federico (Peter Ustinov). A partir de aquí se nos presenta a Martín como un luchador, un reformador y sobre todo un hombre de ideas que rechaza por encima de todo la violencia; lo que derivará en una continua pelea interna del protagonista entre la razón y la práctica.

Lutero no es una película histórica más que narra la biografía de un importante personaje, sino que aporta reflexión al espectador; vuelve a sacar a la luz el materialismo monetario que invade a la Iglesia Católica, cuestiona la verosimilitud de las reliquias (lo dice el propio Martín Lutero: “Cómo es posible que en España se encuentren las dieciocho tumbas de los doce apóstoles”) y sobre todo supone una crítica para Roma, “convertida en una cloaca”.

La calidad narrativa viene respaldada por una técnica y montaje correctos, adquiriendo, a medida que transcurren los minutos, mucho mayor protagonismo la esencia y el sentido que el propio Martín.

Se nos presentan los personajes como una historia de buenos y malos, pecando en exceso de esa división continua que enfrenta al Papa (Uwe Ochsenknecht), -quiene se parece mucho a un mafioso de la Sicilia italiana- y al reformador. En algunos casos los tintes ideológicos traspasan la época y, así, el colega de universidad de Lutero, Profesor Karlstadt, parece realizar un mitin comunista en vez de liderar una revuelta religiosa. Además ,al igual que en otras películas como Shakespeare in love (1998) o Belleza Prohibida (2004), el pueblo se presenta con unos tonos ocres con los que el Hollywood más comercial identifica a la decadente y cansada Edad Media.

A pesar de esto, las actuaciones de Finnes, Ustinov y Ochsenknecht son realmente perfectas, aportando a la cinta un ritmo mucho mayor de lo que el guión consigue, siendo ellos los verdaderos triunfadores de esta película.

Al fin y al cabo, Lutero es una crítica a la Iglesia, lo que demuestra que sí que capta la verdadera esencia de su protagonista; un tiempo convulso que lo presenta como hereje o profeta depende de quién y cómo lo mire. Una cinta de ideas para los que quieran escucharlas y entenderlas. Ante todo, una busqueda de la verdad y del porqué.



Disfunción maestra

Una mosca recorre la barba cana hacia el mentón. Mientras, el viento agita los parajes, el viejo recoge la escopeta y se acomoda sobre el asiento. Suena música española. Enfrente, una ventana que le mostrará la muerte de su enemigo. El espinazo del diablo aún espera en su frasco.

Hace tiempo que los niños no lloran. Las lágrimas de Carlos macularon una tierra de migajas y oro. La muerte aúlla venganza desde el sótano y aún se desvanecen los sueños del Diablo.

Quien muerto estuviera aún no lo imaginaría. Clama por el cuerpo de su asesino para sumirlo en su misma oscuridad.

De nuevo el viento arrastra los rastrojos por un camino que se pierde hasta llegado el día siguiente. Un plano que muestra a un viejo. La belleza de la luz entre la memoria de la guerra. El cielo de Castilla no es más que esperanza. Al final sólo sobreviven los mismos. ¡Carlos! ¡Oh, Carlos! Anda hacia tu destino. El agua de la ciénaga purificará un alma muerta antes de fallecer.

El Espinazo del diablo (2001), obra maestra.


Disparando el cambio

Ironía, humor y acción es la fórmula que explota en esta película Shane Black, cuyos guiones suelen poseer esa mezcla mortal que hacen de sus narraciones auténticas obras de culto. Después de Arma letal (1987) o El último gran héroe (1993) consiguió destruir las estereotipadas películas de acción de los años 80 y 90, que llevaban casi una década imponiéndose en la industria hollywoodiense. Black regresó con Kiss Kiss Bang Bang (2005) con el objetivo de volver a terminar con un género que llevaba invadiendo las pantallas de medio mundo desde hacía lustros. Por ello, presenta una comedia de detectives donde los quijotescos personajes campan a las suyas por una trama llena de reveses.

Harry (Robert Downey Jr.), el protagonista y también narrador de la historia, es un ladrón de poca monta que mientras escapa de la policía por intentar robar un muñeco para su sobrino en una tienda de juguetes, se ve inmerso de manera inesperada en el casting de una película que le llevará a la ciudad de Los Ángeles. Allí será puesto bajo las órdenes de un investigador homosexual (Van Kilmer) apodado Gay Perry. Ambos, más la chica de piernas despanpanantes y aspirante a actriz (Michelle Monaghan), se verán involucrados en una serie de asesinatos, introduciéndonos en una trama peligrosa y en ocasiones surrealista. Esa mezcla de thriller y suspense se ve acompañada de constantes giros de guión que le aportan un ritmo trepidante a una película que tiene mucho que ofrecer.

“Fue entonces cuando comprendí como se puede tener pena por una mujer y a la vez querértela tirar” o “Se tiró a todo mi instituto menos a mí. Bueno hizo una excepción, no se tiró a mi mejor amigo; dijo que lo hizo por mí” son frases que describen el caracter extravagante de Harry, un tipo decente cuya mala suerte parece empezar a terminarse; esa mezcla de inconformista decadente y cómico acabado que hace de él uno de los personajes más atractivos de la película.

Kilmer tampoco se queda atrás e interpreta a un investigador privado un poco neurótico, mezcla del mejor James Bond y una loca homosexual, cuya actuación presenta escenas memorables y divertidas que añaden al film una estética inesperada. Deja también en la memoria de los espectadores palabras que son, tal vez, el mejor resumen de esta película; “No lo entiendes, esto no es el poli bueno y el poli malo; sino el maricón y el neoyorquino, así que lo tienes jodido”.

Kiss Kiss Bang Bang es una de esas obras que permanecen en la memoria de todos aquellos cinéfilos que observan la continua evolución de este arte; es una película que seguramente suponga un punto de partida en el nuevo modo de realizar cine policiaco.



Vender y vender

Juan Cruz y José Corbacho se han convertido en un auténtico tándem cinematográfico. No son nada el uno sin el otro, así de simple. Ya hablamos en su momento de Tapas (2005), pero es que en 2008 han estrenado Cobardes -aprovechando el éxito mediático del anglicismo 'bulling'-.

En esta última película usan como canción principal de la banda sonora un tema del grupo madrileño de rap 'La Excepción'. Con idéntico nombre, su videoclip ha sido utilizado como un nuevo mecanismo de promoción de la cinta. De nuevo todo en uno, como Cruz y Corbacho. Consiste en algo tan sencillo, como vender discos y promocionar filmes a la vez.

De hecho, en el mencionado videoclip aparecen los actores de la película e incluso los propios directores; a lo que hay que añadir escenografía y ambientación. ¡Vendamos el producto, coño, vendamoslo!

Humor negro y acción en Nueva York

Antes de que oigamos las primeras palabras (“Todo tiene su hora”, de boca de Bruce Willis) ya se han sucedido cuatro asesinatos en pantalla, muestra del ritmo trepidante que El caso Slevin (2006) nos ofrece. Paul McGuijan -El misterio de Wells (2004)- consigue dotar a esta película de un desarrollo técnico y narrativo simplemente impresionante, consiguiendo que las numerosas elipsis que plagan el film, no provoquen fallos conectivos en el entendimiento del espectador. El guionista (Jason Smilovic), por su parte, logra dialogos inteligentes, rápidos y divertidos, que derivan en una acción explosiva y veloz.

Slevin (interpretado por Josh Hartnett) se nos presenta como una persona irreflexiva y bocazas, que acaba de perder su trabajo y a su novia, pillada infraganti en la cama con otro hombre (otro momento donde se muestra el humor negro e ingenioso, pues ante la situación ella le dice que no es lo que parece, respondiendo él mientras bebe de un tetrabrick de leche: “Sí..., ¿Tropezo y se te callo desnudo encima?”). El protagonista, ante tanta mala suerte, acude a casa de su amigo Nick, en Nueva York. Allí, lo confunden con él, y se ve inmerso en un ajuste de cuentas entre bandas, debido a que Nick les debía dinero. A partir de entonces, el guión comienza a dar giros narrativos -donde se observan influencias de Pi, fe en el caos (1998), de Lock and Stock (1998), y sobretodo de Tarantino- haciendo de este, un thriller intrigante y de lo mejor de los últimos años.

El reparto se completa con una gama de actores de lujo: Bruce Willis (en su papel de hombre sin escrúpulos), Morgan Freeman y Lucie Liu. Todas las interpretaciones muy correctas, en algunos casos hasta brillantes, lo que aporta mucha verosimilitud a la narración, uno de los pilares básicos para lograr que esta estrambótica historia se sostenga.

A esto se le añade una realización y fotografía moderna que, junto a la música cautivadora, logran disipar un final excesivamente torpe, concluyendo una película que nunca es tan inteligente como parece. Además, cabe destacar el ingenio para mostrar el enfrentamiento entre las bandas, ambas con rascacielos idénticos, uno a cada lado de la calle, coronados por castillos similares. El film logra imbuir al espectador en un mundo estrafalario, en algunos casos hasta ridículo (un ejemplo es que Josh Harnett se pasa media película desnudo, con tan sólo una toalla de cintura para abajo), pero, ante todo, su mérito reside en que consigue aunar lo absurdo con lo inquientante.

Un laberinto de falsas identidades que, a medida que discurre la película, se va saldando con la muerte de los personajes. Un antihéroe, sumergido en los bajos fondos neoyorquinos, de la mano de un director que aporta un estilo visual lo suficientemente personal para convertir esta obra en un thriller de culto.


Tintes diferentes para un superhéroe

El 2 de julio se estrena en España la enésima película de superhéroes, aunque en este caso con tintes bastante diferentes. Hancock, a al menos su trailer, no es el habitual film del género; sino que parece presentar un aire renovador, inspirado en ese humor heredado de las películas de acción de los 80: Superdetective en Hollywood (1984) o Jungla de Cristal (1988).

Con Will Smith como cabeza de cartel, las previsiones hablan de una auténtica avalancha de espectadores que inundarán las salas. Todo a su tiempo.

Por ahora, su adelanto apunta maneras:

King Jackson

Peter Jackson, hijo pródigo de Hollywood que parece devolverle la vida a una industria hasta hace poco moribunda, regresó por última vez a lomos del gorila gigante. King Kong (2005) es más que una película de mostruos, de dinosaurios o un remake de las anteriores; esta nueva cinta tiene vida propia y crea una narración intrigante que mezcla acción, amor y drama. Un film casi perfecto si no fuera por la excesiva duración de las peleas entre el Rey Mono y los Tiranosaurus Rex, que le restan velocidad, siendo este, quizá, el único fallo que se le puede achacar a un director que consigue crear nuevos y diferentes hilos argumentales adaptándolos de forma impecable a la escencia (que ya tiene casi un siglo) de esta obra.

A pesar de esto, no podemos decir que esta película se vaya a convertir en un gran clásico, pues si por un lado la historia adquiere de nuevo la identidad perdida en secuelas anteriores, Jackson se vuelve a emocionar con los paisajes y tal como hizo en la trilogía de El señor de los anillos (2001, 2002 y 2003) abusa en exceso de planos intrascendentes que tan sólo provocan el aburrimiento del expectador. Esta lentitud en la presentación del planteamiento se ve reflejada, por ejemplo, en que tarda cuarenta y cinco minutos en adentrarnos en la sociedad decadente de la Nueva York de principios del siglo pasado.

La historia, ya conocida, es la de un director de cine fracasado (Jack Black) que se adentra, junto a su famoso escritor y guionista (Adrien Brody) y la guapa aspirante a actriz (Naomi Watts), en un viaje hacia una misteriosa isla donde pretenden rodar su film. Allí, se interpondrá en su camino un King Kong que terminará preso y camino de Nueva York para ser exhibido ante la aristocracia estadounidense; y como todos saben de ahí al Empire State Building donde caerá muerto a los pies de la joven.

Si en la película original Cooper y Wallace conseguían encandilar al público con la relación que crearon entre la protagonista y el mono, esta es bastante deficiente en la cinta de Jackson, eliminando la evolución y pasando de unos juegos entre ambos a un final lacrimoso por la muerte de Kong.

Esta nueva versión del clásico recuerda mucho a Parque Jurásico (1993) de Spielberg, y sobretodo al original King Kong (1933), dejando de lado las versiones posteriores. Hay que alabar sobre todo la labor de postproducción del equipo, pues consiguen eliminar cualquier diferencia entre la realidad y lo creado por ordenador, de forma que los ojos del gorila gigante parecen tan verosímiles como los de Naomi.

Esta nueva cinta nos muestra un Kong renovado, una nueva manera de adentrarnos en los clásicos y sobre todo un Jackson que sabe qué es la industria norteamericana y cómo manejarse en las superproducciones. Esto es Hollywood.

Tras el taxi de Fresnadillo

Un comentario que hacían en un post anterior corregía el dato de que Vigalondo fue el primer español en ser nominado al Oscar a mejor cortometraje. Tras investigar y ver que estaban en lo cierto, rectifico y hablo de Juan Carlos Fresnadilló. Este director sí que fue el primer cortometrajista en estar nominado a la estatuilla por Esposados (1997) - espero no equivocarme esta vez-.

Pero en este caso hablaremos de Psicotaxi (2002), un drama social sobre la responsabilidad humana. Un recorrido perfecto por la carretera de la vida. La belleza tiene que ser honesta, al fin al cabo: "Todo esto es una ilusión, pero hay bellas ilusiones y horrendas ilusiones".

Una apuesta del suspense en 2008: el trailer de 'Taken'

Uno de los proyectos más importantes de este año -cuyo estreno en EEUU está previsto para el 19 de septiembre-, en lo que a cine de acción y suspense se refiere, es Taken de Pierre Morel. La historia cuenta como la hija de un ex-espía (Iam Neeson) es secuestrada por una mafia de trata de blancas, durante un viaje a París. Ante esto, el protagonista se pone las pilas y deberá encontrar a su niñita antes de que la envíen al extranjero y la pierda para siempre.

El trailer, que acaba de ser presentado, apunta maneras; al menos en cuanto a originalidad y montaje, recordando mucho a la serie 24.


En el cine, faltos de gol

Hacía tiempo que no disfrutaba de un partido tan anti-futbolístico, como el España-Italia de ayer. ¡Por fín, superamos cuartos! Pero, desde luego, esa no es la cuestión. Existe en el mundo cinematográfico europeo y latinoamericano una auténtica frustración, que tiene que ver con la incapacidad para hacer una película con el deporte rey como protagonista.

Se han hecho numerosos intentos, desde la propagandística -y auténtico bodrio- Real, la película (2005), que versa sobe el Real Madrid, hasta la entretenida ¡Goool! (2005) de Danny Cannon. Pero todas han fracasado, no han conseguido hacer fluir la emoción y el dramatismo que los apasionados del fútbol sienten en el campo.

La que más cerca estuvo fue Evasión o Victoria (1981) con Sylvester Stallone -ese jugador de rugby metido a portero-, Michael Caine y Pelé. Durante los minutos finales, esencia del deporte: la chilena del brasileño y el penalty parado por Stallone.


Primero, intentar volar; después, recoger el Oscar

Ya hablamos en un post anterior de Javier Bardem y de cómo recogió el Oscar a mejor actor secundario. Como todos, también tiene un pasado y, para desgracia del actor, quedó grabado. En el vídeo se puede observar al principio su primera actuación, de niño, en El Pícaro.

Pero lo mejor de todo, es cuando sale en el programa El día por delante de TVE. ¿Un auténtico superhéroe?

De 'Tapas'...

En los últimos años el cine español no anda muy bien; aunque realmente nunca lo ha hecho. Dejando de lado los grandes éxitos de terror del 2007 o alguna películassuelta, hay que buscar en las pequeñas distribuidoras las auténticas obrillas maestras del último lustro.

Tapas (2005) no es exáctamente así, pero sí se aproxima. La cinta de Juan Cruz y Corbacho consigue ahondar en las relaciones interpersonales, devolviéndonos al cine social de finales de los 80 -y que tanto gusto durante los 90-.

Tal fue el éxito, que ganó el Goya de 2005 a mejor dirección novel. Así lo recogieron sus autores, siempre presente la ironía de Corbacho.





El trailer -para quien no la haya visto-:

Alcohólico, drogadicto, homosexual y genio

Los que lo conocieron dicen que era amigo de sus amigos, pero capaz de traicionarles para aprovecharse de ellos. Esta no era su única característica, porque que Capote era un genio no lo duda nadie. Y los genios son capaces incluso de definirse mejor que cualquiera que los observe durante años: “Soy alcohólico. Soy drogadito. Soy homosexual. Soy un genio”.

Esta película, Truman Capote (2005), narra los acontecimientos en los cuales el escritor estadounidense entra en contacto con los que se convertirían en sus protagonistas de Sangre Fría. El director de la película, Bennett Miller (con la ayuda de Dan Futterman, que elabora el guión), consigue sintetizar un momento concreto de la vida del escritor, mostrando todo aquello que lo endiosaba y que lo endiablaba., creando el retrato cinematográfico del artista.

Miller filma un juego de contrastes que se centra en la actuación de Philip Seymur Hoffman -Magnolia (1999) o Cold Mountain (2003)-. Una oposición continua de lo bueno y de lo malo de Truman, de lo que lo hacía humano y un genio. El actor hace suyo el amaneramiento y tono de voz del famoso escritor, que tan peculiar lo hiceron, para mostrar toda su linea carismática y hacerse con el Oscar a mejor actor en la edición de 2005.

En este film aparece el peor y el mejor Truman, y todas las gamas cromáticas que entre ambas partes pudo tener: un Capote traidor, un Capote arrepentido, pero ante todo un Capote escritor.

A pesar de esto, existen demasiadas elipsis que entrecortan el hilo narrativo, pero que también aportan un ritmo vertiginoso, provocando al espectador las ansias por saber que pasará y cómo reaccionará Truman ante los acontecimientos. Un ritmo tranquilo pero intenso.

La historia narra la condena a muerte de dos hombres por el asesinato de una familia y como Capote establece relación con ellos. El escritor entablará una supuesta amistad con uno de los condenados (Perry Smith, encarnado por un fantástico Clifton Collins Jr.), sin que nunca lleguemos a saber si es verdadera o falsa. En este caso, los intereses del creador parecen por encima de sus sentimientos y el Truman traidor aparece durante unos minutos en la patalla.

Esta película es ante todo la descripción de un genio y la contraposición de un don. La busqueda de la fama literaria y de la ruina moral. Indescriptible, excepto para él: “Cuando Dios te da un don, también te da un látigo, y el látigo es únicamente para autoflagelarse”.



El mundo de Vigalondo

Tras ser el primer español en estar nominado a los Oscar por un cortometraje de ficción y triunfar en numerosos festivales con su ópera prima -Sitges o Texas-, Nacho Vigalondo consigue por fin estrenar sus Cronocrímenes en España -tras años sin conseguir distribuidor-

En una entrevista difundida a traves de Youtube, el director relata sus paranoyas y sus fobias -sobretodo su concepción 'espacio-temporal'-. Así, Vigalondo intenta explicar todo lo que rodea a su mundo cinematográfico y nos lo relata de la manera más sencilla y banal:

Las técnicas de Aluche

Aunque parezca mentira, el auténtico miedo se puede vivir a través de dos cortos muy divertidos: las dos partes de ¡Tía, no te saltes el eje!, escritas por Kike Narcea para el Notodofilmfest. Porque... qué puede ser más terrorífico que dos kinkorras de Aluche enseñando los elementos técnicos del cine.

Así se aborda en estas pequeñas obritas. Divertidas, muy entretenidas y, desde luego, recomendables. Se me ocurren muchas maneras para aprovechar los escasos minutos de la vida, algunos de esos instantes se deberían dedicar a esto:


¡Tía, no te saltes el eje!




¡Tía, no te saltes el eje! 2


Cuando Totó homenajeó al séptimo arte

Hablar de Cinema Paradiso (1988) supone hablar de la vida misma, del crecimiento personal y del ser humano. Es imposible no reir y llorar durante su proyección, haciéndose indispensable intentar definirla con la única palabra que le hace justicia: entrañable. Es un cine para todos, hecho desde la emoción y desde los recuerdos felices de la infancia. El paso de la vida como recurso literario, que hila el argumento de principio a fin.

Porque cada personaje es entrañable. Cada risa de Totó, cada paso que el niño (o joven) da durante la historia, sirve para ahondar en el corazón del espectador. El loco de la plaza, el rico del pueblo, la madre o el cinematógrafo. Éste último en especial. Ese cinematógrafo ciego que sigue viendo el mundo a través de las frases de las películas que proyectó a lo largo de su vida.

Porque la escena final es entrañable. Donde el protagonista, exitoso director, rememora a través de los recortes de celuloide, pegados y unidos con celofán, el film de su existencia. Porque los pecados, besos y sexo, censurados por el cura representan la conciencia de una época y su evolución. O porque Morricone acompaña la historia.

Y, sobretodo, porque cada fotograma es un auténtico homenaje al séptimo arte. Por todo ello sólo se puede concebir concebir esta obra como un auténtico poema: una oda a la cine.



Al ritmo de Morricone

Navegando por los diversos blogs de la red, he rememorado en un post del nicaraguense Y ahora, ¿de qué vamos a hablar? las maravillas que el genial músico Ennio Morricone componía para la gran pantalla.

Algunas de sus obras maestras giran en torno a la trilogía de Sergio Leone: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966).

La obra de Morricone no se queda aquí. De hecho, numerosos hitos del cine están acompañados por las partituras de este genio de la música. La soberbia Érase una vez América (1984), la épica Los intocables de Elliot Ness (1987) o la conmovedora Cinema Paradiso (1988), son algunos de los ejemplos.


Por un puñado de dólares:




La muerte tenía un precio:




El bueno, el feo y el malo:

Trailer de la nueva 'Funny Games'

Unos posts atrás mostrábamos una entrevista de Haneke, el director alemán autor de la grandiosa Funny Games (1997). Además, comentábamos que este mismo año se estrenaría el remake estadounidense de la película, dirigida por el propio director de la cinta original.

Esta nueva versión se espera que sea un éxito de público y que descubra a una nueva generación la frescura del cine de finales de los 90. Apostemos por la violencia. Ya, su trailer:

La última leyenda de Smith

Al hablar de Yo soy leyenda (2007), se hace imprescindible analizar la película desde el punto de vista de la estructura clásica empleada en cualquier obra narrativa. Podemos distinguir en ella tres actos claramente diferenciados: una presentación de los personajes -donde se crea la ficción y la verosimilitud-, el punto de inflexión que rompe con las normas establecidas en este mundo -la muerte de Sam- y el desenlace -el cual mejor no revelar-.

La historia que se nos presenta posee en su infraestructura una gran fuerza que, unida al impacto visual de algunas escenas, consigue que el espectador considere, como mínimo, que es una película 'correcta'.

Pero realmente puede haber algo más detrás de esa difuminada pantalla de efectos especiales: cierta moraleja. Ésta se esconde tras un final estereotipado (del cual se podría haber conseguido un mayor trasfondo) con el típico “salvador” del mundo.

Por cierto, la voz en off de la última escena es sencillamente maravillosa; consigue llegar al punto de emoción del espectador. Objetivo que no logra con el fácil sentimentalismo derivado de la muerte de la mujer e hija del protagonista.

Además, existe un final alternativo al que se utilizó:

Las facetas de Fernán Gómez

La figura del actor español Fernando Fernán Gómez es bastante controvertida, aunque personalmente me recuerda a ese abuelo cascarrabias y, a la vez, adorable. Es tan mítica su famosa frase ¡A la Mierda!, que esta le acompañará durante años.

Entre la infinidad de películas en las que ha participado hay que destacar su papel protagonista en El Abuelo (1998) de José Luís Garci, la fantástica dirección de Viaje a ninguna parte (1986) y, por supuesto, la increíble -genial, espléndida y todos los calificativos del estilo que se os ocurran- La lengua de las Mariposas (1999).

Desde luego, es imposible reducir toda su carrera artística a sólo estas obras, pero son un buen punto de partida para empezar a recordar su filmografía. Además, también se debe hablar de La silla de Fernando (2006) de David Trueba y Luis Alegre, documental intimista donde el propio Fernán Gómez narra -desde la más estrecha sinceridad- sus fobias, pasiones y manías.


Recordémosle en lo trascendental:




En lo cómico:




Y en lo popular:


Las manías de Tarantino

Alex de la Iglesia quien, a pesar de sus trabajos en televisión, es un genio del cine español, habla en una de las entrevistas que concedió a Carlos Boyero sobre el personaje de Quentin Tarantino. Desde el gusto de un director que utiliza como principales armas la violencia y la crítica social, parece extraño oir las teorías que vierte sobre el americano.

Tan interesante me ha parecido alguno de los puntos que expone, que en algún post futuro hablaremos del género 'de judo', aún por descubrir -al menos en mi caso-.

Spike Lee da su nueva versión sobre la II Guerra Mundial

Según Spike Lee, Bandera de Nuestros Padres (2006) de Clint Eastwood falta a la verdad. Esta crítica del cineasta afroamericano -autor de Malcolm X (1992)- se debe a que el director de Sin Perdón (1992) no incluyó a ningún combatiente negro en su versión de la II Guerra Mundial.

Lee extendió este reproche a todos los films sobre el conflicto bélico y decidió romper con el olvido histórico que reprobaba. Y, en esta línea, nace Miracle at St. Anna, que se estrenará el 26 de septiembre de 2008 en EEUU.

La historia, basada en la novela de James McBride, se inspirá en un batallón de cuatro soldados negros que viajan a la Toscana para liberar al pueblo italiano. El trailer es realmente espectacular y, por lo que de él se deduce, la película arracará en 1983, cuando un asesinato y el hallazgo de una pieza arqueológica traiga al presente el episodio bélico.

La crítica de la reflexión

Leones por Corderos (2007) es una película cuyo principal objetivo es incitar a la reflexión. Por ello, quisiera entenderla como un debate fílmico; un intento de Redford por cuestionar la política llevada a cabo por los EEUU desde el 11-S -a través de una feroz crítica a la denominada ‘Guerra del Terror’ del gabinete de Bush-. Para ello entrelaza tres historias y tres mundos: el periodístico, el universitario y el militar; sobrevolados todos por un cuarto, el político –refiriéndose el cineasta en todo momento al papel dominante que ejercen los intereses económicos y de poder-.

El ritmo es agotador. Cada frase, cada diálogo, posee una esencia de ese discurso ideológico. Este último es un término importante, ya que nos encontramos ante una film de “ideas”. La acción narrativa descansa sobre este soporte y, seguramente, será lo que le permita perpetuarse como un excelente perfil de la situación internacional actual.

No es una obra hecha desde la emoción, más bien desde el intelecto. Y desde éste se dirige a la razón del espectador. Redford quiere provocar la reacción de un mundo apático; de una clase media que no hace nada –aunque conoce la situación- por evitar que los poderosos jueguen con las vidas de los demás para beneficiarse. Lo define muy bien uno de los protagonistas: “El problema no es con la gente que inició esto. El problema es de todos nosotros que no hacemos nada”.

Trailer:


Benigni, il maestro

Roberto Benigni es un auténtico personaje, tan extravagante que consiguió convertir su carisma en el protagonista de una obra maestra: La vida es bella (1997). Los premios se le acumularon: el Oscar a mejor película extranjera, el César, etc.

Sus celebraciones se convierten en un auténtico espectáculo, fue el caso en 1998 cuando recibió el premio del Jurado del Festival de Cannes:

La vie des animaux

El humor francés herada bastante de lo absurdo, sino que se lo digan a La Cantante Calva de Eugène Ionesco -obra que tuve la suerte ver interpretada en la sala Alfil de Madrid-. Desde principios del siglo XX, el país galo ha apotado por una comicidad basada en situaciones inverosímiles.

En cuanto a la cinematografía, desde la fantástica Amélie (2001) -donde se utiliza la fantasía como hilo argumental principal, pero en cuyo seno figuran numerosos guños- hasta La Cena de los idiotas (1997) de Francis Veber; refleja los instrumentos básicos de la percepción francesa de lo cómico.

En el post que nos ocupa, Sthéphane Simon es el director del divertido corto La vida de los animales según los hombres. Con una estética claramente televisiva, ha sido emitido en diversas ocasiones por la cadena France 5.


Sed agua

"Be water my friend", es una de las frases más conocidas de Bruce Lee. El actor fue uno de los impulsores de las películas de artes marciales y, al final, una frase en una entrevista lo ha hecho aún más famoso en una generación que empieza a ver sus filmes demasiado alejados en el tiempo. Sea o no consecuencia de los efectos especiales y la drogodependencia que ha creado, las leyendas en torno a Lee son numerosísimas.

La entrevista y la famosa frase han sido parodiadas en numerosas ocasiones; pero también utilizadas con fines publicitarios. Es el caso de Scalextric:

Decepcionante regreso de Shyamalan

El nombre de M. Night Shyamalan es bastante desconocido en nuestro país, donde tendemos a olvidar a los cineastas que han marcado época en alguna generación. Todo el mundo -o casi- ha visto El Sexto Sentido (1999), Señales (2002), El Bosque (2004) o La joven del Agua (2006); obras que Shyamalan dirigió.

Nadie duda que este director indio encontró su Dorado en el niño que veía fantasmas, pero desde entonces hemos ido de mal en peor. Es verdad que La joven del Agua tiene cierto encanto, incluso podríamos aceptar la retórica apocalíptica de Señales -protagonizada por Mel Gibson-, pero llega el 2008 y nos sorprende con The Happening (El Incidente en España).

Aunque comienza con un prólogo brillante e impactante, la película decae en un juego psicológico simplista. El guión es incapaz de salvarlo -no es el fuerte de Shyamalan- y se emplea de manera deficiente en explotar el truco facilón de aterrorizar con lo desconocido.

Cualquier niño podría resumir la película en una sóla frase, ya que el hilo argumental carece de interés dramático. Superficial, aburrida en muchos momentos y con unos personajes acartonados. En conclusión, bastante mala.

De hecho muy decepcionante para todo aquel que esperara una vuelta con fuerza del cineasta. Habrá que esperar a 2009, año en el que estrenará Avatar: La leyenda de Aang.


Trailer:


A la caza...

En 1997 Achero Mañas se llevaba el Goya a mejor corto de ficción por Cazadores, obra donde trata la irracionalidad humana. El cinesta aborda el sinsentido desde los ojos de los niños; la brutalidad animal del hombre; la teoría filosófica contraria a El Buen Salvaje de Rousseau.

Para ello, el director escoge una técnica semidocumental, donde entremezcla el estilo directo con la ficción.

Aunque los primeros minutos puede llegar a parecer monótona, va adquiriendo fuerza dramática a medida que corre el metraje. Así, la película culmina con un alegato a la buena conciencia y a la capacidad del ser para el arrepentimiento. Imprescindible:

Relacionados por los pétalos de una flor

Con tan sólo 29 años, Paul Thomas Anderson estrenó Magnolia (1999), su tercera película -tras el abrumador éxito que obtuvo con Boogie Nights (1997)-. Este film no desmerece ninguno de los reconocimientos que se le otorgaron: nominada a tres Oscars (entre ellos, el de mejor guión original) y ganadora del Oso de Oro de Berlín y de un Globo de Oro (a Tom Cruise por mejor actor secundario).

El primer problema al que se enfrenta la película es el de su metraje, más de tres horas de duración, que hace muy difícil mantener la atención del espectador. La solución del director consistió en entrelazar una serie de historias de alto contenido dramático (interralacionadas unas con otras) y que mantienen una tensión continúa. De esta manera, cada minuto de la cinta es tan importante que puede reconducir el argumento del film.

Realmente, la película no cuenta más que la vida cotidiana de varios personajes del Valle de San Fernando (California). Historias, en general, bastante sencillas, sin giros espontáneos del guión. El auditorio espera, en muchas ocasiones, los acontecimientos que se van sucediendo -puede deducirlos incluso-, pero no quiere despegarse de la pantalla porque espera el alegato final: la conclusión.

Además, el director supo hace un uso perfecto de la voz en off. Tan sólo adquiere protagonismo en la introducción para plantearle al espectador la falta de consistencia de las coincidencias. De esta manera, la audiencia espera que el film verse sobre una serie de cuestiones 'aleatorias' -realmente lo hace, durante los primeros minutos-, pero poco a poco se centra en la materia principal: el perdón.

Con un elenco espléndido de actores y con un final realmente bello -y alguna escena 'coral' inesperada en un drama de este tipo- consigue una reflexión sobre la existencia humana; un alegato a la vida que podría esconder otro tipo de cuestiones moralistas más alla de la visión simplista de un cualquiera.


Escena introductoria:




Trailer (en inglés):


¿Se puede hablar con películas?

Tras navegar por el Youtube he encontrado una broma bastante graciosa del programa de radio Andaya. Consiste básicamente en llamar a una persona y comunicarse solamente con cortes de voz extraidos de películas.

Es muy buena la actitud de la señaora. Pero "¿Y los pantalones?".

Trailer de 'El Príncipe de Caspian'

La saga de Las Crónicas de Narnia apunta como otro de los productos de Hollywood más rentables. Con El Señor de los Anillos: La Comunidad del anillo (2001) -y después con Harry Potter y la Piedra filosofal- se inició la tendencia a utilizar adaptaciones cinematográficas de sagas, lo cual parece que no va a parar.

Así, se ha hecho ya público el trailer de la segunda entrega, que se estrenará en 2008: El Príncipe de Caspian.

Abre los ojos

Alejandro Amenabar es uno de los grandes directores -y guionistas- españoles de la última década. Dejando de lado el neo-popart de Almodovar, ha sido uno de los cineastas que más ha innovado artísticamente. Todas sus obras presentan un nuevo aspecto que cala en el espectador. Desde su opera prima, Tesis (1996), donde experimenta con el suspense realita; hasta Mar Adentro (2004), un drama construido perfectamente construido.

Fue en cambio Abre los ojos (1997) la que le permitió dar el salto a Hollywood y acceder al gran público, convirtiéndose en un referente cinematográfico español. En este film recorre el estrecho margen que separa la ficción de la realidad, muy parecido a lo que expusimos al hablar de Matrix.

Así lo narra el propio autor:

¡Silbemos a la luz!

La Vida de Brian (1979) es el tercer film de los Monty Python, grupo de humoristas británicos que consiguieron romper los clichés de los 70. Su principal arma era el tratar temas considerados tabues, reduciéndolos al absurdo y concluyendo las contradicciones que se presentaban.

¡Always look on the bright side of life! Así de simple concluía. Con un pseudo cristo crucificado, silbando un alegato por la via y criticando, a la vez, las visiones pesimistas existencialistas de la Iglesia (y de muchos artistas de la Europa de postguerra).

Los X-Files del Dr. Jones

Es difícil empezar una sección de críticas sobre películas de estreno haciéndolo con un post sobre Indiana Jones y el reino de la Calavera de Cristal (2008). No sólo por lo que se esperaba de este film, sino también por lo que significa esta saga en la historia del cine.

Spielberg -quien rara vez ha hecho una película que no sea, al menos, entretenida- y Lucas ofrecieron al público lo que éste le pedía: una cinta de aventuras, recuperando la estética de las anteriores entregas. Realmente, las principales críticas llegan por comparaciones con sus predecesoras, pero hay que excusarles de no haber sido capaces de alcanzar el nivel de obra maestra de La Última Cruzada (1989).

El error principal, que ha conllevado a la decepción de los fans, es la referencia a los alienígenas -sin quitarle el mérito a la escena realmente bella en la que se 'paraliza' la nave con un Indiana en primer plano-, desviándose de la verosimilitud aceptada por el espectador en el desarrollo de la obra. Es verdad que los temas paranormales, anteriormente protagonistas, tampoco forman parte de la realidad; pero el público sí los había aceptado como parte posible dentro del universo del Dr. Jones.

Por tanto, existe una desviación de Spielberg y Lucas al creer que el auditorio aceptaría todo aquello que se le presentase ante sus ojos. Falso.

A pesar de esto, hay que recalcar las secuencias donde se recupera el verdadero sentir de la saga: la pelea del bar con el enfrentamiento entre pijos y 'rebeldes', la persecución en moto, el hallazgo de la calavera en el cementerio, etc.

En conclusión, divagadora, excitante y muy recomendable. ¡Dejemos de lado los expedientes X!

¿Onde andará 'Mi señora'?

Quién le iba a decir a Juan Rivadeneyra que en 2004 iba a arrasar en numerosos festivales de cine con su cortometraje; una película basada en el lenguaje soez y el humor obsceno. El director juega con el ritmo y el continuo contraste narrativo para embaucarnos con una historia que nada tiene de relevante y poco de especial.

Mi señora es un cinta hecha para arrancar la carcajada picaresca del espectador. No busca nada más y, por ello, la calidad de imagen -mala- no importa, ya que presentarnos una estética cuidada es lo de menos.

El corto triunfó en las páginas webs de humor e internet se convirtió en su principal impulsor hacia la popularidad. Riámonos agusto.


La eterna búsqueda de la realidad

Hollywood no pudo despedir de mejor forma el siglo XX. En el año 2000 se produjeron tres películas realmente espectaculares: El sexto sentido de Night Shyamalan, Gladiator de Ridley Scott y, por supuesto, Matrix de los hermanos Wachowski.

En este post nos centraremos en la última, donde Larry y Andy tratan uno de los grandes temas artísticos de la humanidad. El enfrentamiento entre la realidad y la ficción, los sueños y la existencia. Recuperan, por tanto, las preguntas de La vida es sueño de Calderón, las teorías de Schopenhauer o el cine más neorrealista de Pasolini o Fellini.

Matrix nos presenta el arquetipíco enfrentamiento entre el bien y el mal; en un escenario postapocalíptico donde la humanidad es dominada por las máquinas -lo más artificial y, por consiguiente, el mayor contraste con el hombre-.

Aunque se acusó al film de ser una copia de Dark City (1998), los Wachowski consiguieron popularizar el efecto-bala, arraigar cuestiones metafísicas de alto calado en el público general y construir una obra maestra del cine de ciencia ficción. ¿Se puede pedir algo más?

El Oscar de Bardem

Javier Bardem dio la gran campanada española del 2008 ganando el Oscar a mejor Actor Secundario. Tras conseguir todos los premios y galardones posibles, el interprete español levantó la estatuilla en el Teatro Kodax de Hollywood, pronunciando una emotiva dedicación a todos los cómicos de 'camino y polvo' de la España de postguerra.

Los hermanos Cohen le dieron un rol perfecto, le otorgaron la posibilidad de interpretar al villano arquetípico. Impresionante desde la primera secuencia -cuando asesina a un conductor con una bomba de aire a presión-, seduce al espectador desde la irracionalidad del subconsciente. Representa la presencia constante de la maldad (impredicible), a la cual es muy difícil de eliminar y combatir.

La nueva película de Smith

Tras dedicarle ya tres post al personaje de Kenvin Smith (y sus famosas conferencias en los EEUU), hay que hablar de su filmografía. En concreto, la película que estrena este 2008: Zack and Miri Make a Porno.

Este nuevo film ha presentado ya su trailer, consistente tan sólo en dos personajes que dirigen el casting de una peli porno. Con frases ingeniosas -seguramente las que nos encontremos en la cinta- como "Es una gran interpretación, me encanta cuando dijiste ese ¡ahhhh!", nos adentramos en la velta de uno de los cineastas independientes más importantes del panorama internacional.

El tándem Burton-Deep

Johnny Deep anunció, hace más de un año, que protagonizaría Dark Shadows, la adaptación de una serie de televisión de los años 60 que versaba sobre una familia de vampiros. Aunque aún no está escrito el guión, los productores han decidido que sea Tim Burton el encargado de dirigirla.

Será la séptima vez que ambos trabajen juntos, tras realizar filmes inolvidables como Eduardo Manostijeras (1990), Ed Wood (1994) o la fantástica Sleepy Hollow -basada en el cuento de Washington Irving-.

Tanto Deep como Burton son dos personajes bastante excéntricos, con un enorme ego y conocedores de sus capacidades artísticas. No dejan que nadie les pisotee -recordad el enfrentamiento entre el director y Kevin Smith- y menos durante una entrevista:

Con un canto desesperado

La entrada de Antonio Banderas en Hollywood tomó forma definitiva con la película Desperado (1995) de Robert Rodríguez. En dicho film compartía cartel con Salma Hayek o Quentin Tarantino -quien ese mismo año lo dirigiría en Four Rooms-.

Aprovechando su aspecto latino, interpreta a un mariachi mexicano que busca venganza. Con la estética tradicional de Rodriguez, basada en la violencia y la acción, el actor malagueño también tuvo tiempo para interpretar uno de las bandas sonoras más recordadas en hispanoamérica.

A hostias en el Fnac

Alex de la Iglesia cuenta en su filmografía con tres películas imprescindibles: El Día de la Bestia (1995) -ganadora de seis premios Goya-, Perdita Durango (1997) y La Comunidad (2000). Por supuesto que también tiene otros filmes aceptables y bastante recomendables, como Acción mutante (1993) o Crimen Ferpecto (2004).

Pero lo que caracteriza a este director es la capacidad para mezclar la acción -en la cual le debe mucho a Quentin Tarantino- con el drama; la crítica social con el humor más corrosivo y esperpéntico. Su obra maestra, El día de la Bestia, es el ejemplo idóneo. Con un Santiago Segura interpretando el mejor papel de su carrera -sin desmerecer la primera entrega de Torrente (1998)- realiza un perfecto retrato de la sociedad madrileña de finales de siglo. Aspecto, éste último, que retomará en La Comunidad.

En cuanto a lo que nos ocupa. Muy influido por los gags norteamericanos, el cineasta bilbaíno se atrevió a dirigir en 2006 un par de anuncios para la cadena Fnac; los cuales fueron censurados para televisón (según se cuenta por internet) y muy subiditos en lo que a violencia se refiere.


Las Chicas a hostias (con Kira Miró):




Los Chicos a hostias (con Manuel Tallafé):


En un andén de la estación

A principios de los años 90 -cuando aún lucían los últimos andares de la movida madrileña: sus hombreras o moda vaquera- daba la campanada en los Goyas un jovencísimo Álvaro Fernández Armero. Su cortometraje El columpio (1992) se llevaba la estatuilla del pintor.

En un escenario innovador (el metro de Madrid) entrelaza la historia de dos jóvenes ansiosos por amarse. A traves del monólogo interior de ambos personajes, consigue introducir al espectador en el diálogo perfecto del subconsciente. Un film espléndido que merece la pena ser visto, prestando especial atención a la escenografía (increibles los carteles y el plano del 'underground').

'Mumblecore': Nuevo cine independiente en EEUU

Una de las mejores tendencias de cine independiente se está dando en la actualidad en los EEUU. Es el movimiento bautizado como 'mumblecore' -término que sus seguidores han rechazado en diversas ocasiones pero que han terminado aceptando-, al cual el diario El País le dedicaba ayer un artículo o al cual, también, le destinaba un post el blog Escarapote!.

La mayoría de filmes de esta tendencia graban en digital (con una cámara de video como la de cualquier persona), utilizándolo como un instrumento para dotar a sus películas de una mayor naturalidad. Además, comparten el gusto por unos diálogos sencillos que consiguen una verosimilitud realmente asombrosa. El espectador logra traspasar la pantalla, en la mayoría de las ocasiones la del ordenador, pues internet se ha convertido en su principal medio de difusión.

Aunque los mercados independientes de medio mundo ya se les han abierto, en España aún somos reacios a esta ola artística. No existe distribución ni espectativas de que la haya. Una pena. De todas maneras, la mayoría de cintas se puede descargar de la red -pagando un canon en www.caachi.com-. Eso sí, hay que saber inglés.

Entre los encargados de inaugurar la tendencia destacan, Joe Swanberg con Kissing on the Mouth (2005) o Andrew Bujalski con Mutual Appreciation (2006).


Escenas de Mutual Appreciation:




Trailer de Mutual Appreciation:


El excéntrico de Kevin Smith (3)

El humor americano -incluso el más inteligente- suele girar en torno al sexo. De hecho, los estadounidenses intentan extraer de las películas aquella carga simbólica que tenga relación con la sexualidad del director.

"¿Insinuas que las lesbianas necesitan un pito grande?". Así de claro se manifestó una estudiante norteamericana sobre lo que ella había entendido tras ver la película Persiguiendo a Amy (1997) de Kevin Smith. Mediante el uso de su simpatía (como ya pudimos observar en los posts donde hablaba de Burtom y Superman), el cineasta se enfrenta a una de las situaciones más comprometidas de su vida.

He visto muchas entrevistas de este hombre y aún hay algo que me sorprende: su capacidad para la ironía y el sarcasmo, que le permite crear en el espectador la sensación de que Smith está siguiendo una especie de guión preestablecido.

Trailer del remake coreano de 'El bueno, el feo y el malo'

No suelen ser los orientales quienes 'remakeen' las superproducciones occidentales, sino más bien al contrario. En el caso que nos ocupa, el cineasta coreano Jung Woo-Sung ha readaptado el clásico de Segio Leone El bueno, el feo y el malo (1996) y lo presentó durante el pasado Festival de Cannes.

Aunque lo tiene difícil para igualar la calidad del film original, ha conseguido ya -al menos- un trailer realmente espectacular. Algunas de las escenas que aparecen son pura adrenalina y acción. Esperemos que el resultado total sea idéntico:

Desmontando a Dios

Si hubiera que escoger algún elemento concreto para definir las películas de Woody Allen, los diálogos serían la elección idónea. A lo largo de casi todas sus filmes -no creo que haya excepciones, pero por si acaso- muestra un ingenio formidable, basado en la mezcla de lo trascendental y lo cotidiano. Su técnica consiste en elevar al Cielo el día a día.

Un ejemplo muy claro se puede observar en Desmontando a Harry (1997), donde el cineasta demuestra su ingenio: estableciendo una relación bastante verosímil entre Dios y el aire acondicionado.

Trailer de la segunda película de 'Expediente X'

Mulder y Scully, protagonistas de la famosa serie de ficción Expediente X, regresarán a la gran pantalla el 25 de julio del presente año. Dicha fecha es la elegida por la Fox para el estreno de una nueva secuela sobre las aventuras de los agentes del FBI, cuyos intérpretes ya originaron uno de los primeros incidentes del rodaje. David Duchovny y Gillian Anderson propiciaron la reelaboración del guión tras negarse a filmar una escena de cama. “Ambos están preocupados por el devenir de sus personajes y con el hecho de que en la nueva aventura cinematográfica vuelvan a verse involucrados en una historia de amor, ya que piensan que esto fue ‘el principio del fin’ de la serie de televisión”, según declaró al Daily Mirror un confidente anónimo.

La recatada decisión fue acogida en los foros de Internet con sorpresa -sobretodo en lo que se refiere a Duchovny, quien participa en la actualidad en la comedia negra Californication, en la cual interpreta a un escritor adicto al sexo, al alcohol y a todo tipo de drogas-, pero con satisfacción, pues comparten en su mayoría la tesis de los actores. Durante las nueve temporadas que duró Expediente X nunca se rodó ninguna escena sexual entre los protagonistas. De hecho, hubo que esperar hasta la séptima para que se besaran (aunque fuera en sueños) y se confirmara su relación sentimental; punto a partir del cual se considera que comienza la decadencia de la serie.

En esta segunda película -Expediente X: Creer es la clave- se sabe que mantendrá el lema televisivo: "The truth is out there". Además, el director de esta secuela será Chris Carter (creador original de Expediente X); a diferencia de la primera película, Enfréntate al futuro (1998), la cual fue dirigida por Rob Bowman, quien fue acusado de desviarse de la idea paranormal fundamental plasmada en los guiones de televisión.

El rodaje comenzó en diciembre de 2007 en Vancouver (Canadá) y la productora eligió el verano de 2008 como el momento adecuado para el estreno. A pesar de que quedan menos de dos meses, existe muy poca información sobre la película. En este sentido, algunos ‘spoilers’ –personas que publican en Internet algunos trazos del argumento de un film, serie o videojuego, antes de su estreno- hablan de la desaparición de un agente del FBI, y muchos foros barajan la posibilidad de que los “secuestradores” sean extraterrestres. Así, las únicas imágenes que se conocen son las fotos de promoción de Mulder y Scully, otras realizadas por un videoaficionado durante el rodaje (donde aparece una especie de hombre-lobo: lo que causó el caos entre los fans, ante la posibilidad de que el guión girara en torno a éste tema) y el trailer de la película.

X-Files, tras aguantar nueve en pantalla (de 1993 a 2002) se convirtió en un auténtico icono de la ciencia ficción. Además, la revista de televisión más prestigiosa de EEUU, Tv Guide, la consideró como la trigésimo séptima mejor serie de todos los tiempos. A esto hay que sumar dieciséis Premios Emmy y seis Globos de Oro, entre otros.


Trailer:

El gusto por la crítica

Las grandes obras del cine siempre tendrán que sufrir los ataques de pseudocríticos. Fue lo que le ocurrió a Martin Scorsese con Infiltrados (2006), remake inspirado en el thriller policiaco hongkonés Infernal Affairs (2002). Al cineasta estadounidense le acusaron de haber realizado una burda copia de la película oriental. En parte tenían razón, siempre y cuando consideremos al director como un instrumento del guionista para plasmar sus escenas. Pero, ¿es Scorsese tal vulgar utensilio? Evidentemente no, porque consiguió imprimir en el film una estética y un ritmo personal totalmente diferentes de los de la cinta original.

Además, la música juega un papel fundamental. En este caso, se apostó por I'm shipping up to Boston de los Dropkick Murphys.

Hasta los últimos instantes del metraje cuentan

La correcta X-Men (2000) puso de moda la instrumentalización de los créditos de las películas. Fue una de las primeras en incluir, tras estos, una nueva escena que daba continuidad a la saga. Desde luego, sus secuales - X-Men 2 (2003) y X-Men: The Last Stand (2006)- también emplearon este recurso.

Pero los hombres de Xavier no fueron los únicos superhéroes, reciéntemente también lo observamos (y comentamos) en Iron Man (2008). Despúes se extendió a otros géneros, recogiendo el testigo la tercera entrega de Piratas del Caribe: En el fin del Mundo (2007). Para todo aquel que aún no haya podido disfrutar del final de la trilogía:

Haneke y sus 'Funny Games'

Funny Games (1997) es una de las películas indispensables para cualquier aficionado al cine. Sencillamente espectacular. Escrita y dirigida por el austriaco Michael Haneke, regeneró el sentimiento dramático del séptimo arte, convirtiéndose en una crítica a la violencia aburguesada desde la instrumentalización de la propia violencia.

Para ello, dos personajes "artefactos" -como dice el propio director- y arquetípicos, quienes representan el odio de la nueva clase media-alta alemana. Para los protagonistas, Paul y George, la vida es sólo un juego.

Un film que tendrá su remake este mismo año, dirigido también por el propio Haneke. En una entrevista concedida a un periodista frances desentraña toda la esencia de esta obra maestra:

Primera parte de la entrevista:



Segunda parte de la entrevista:

Trailer de 'Rivales'

Primero fue Días de Fútbol (2003) -continuando el género con el estilo iniciado por El otro lado de la cama (2003)-, después pudimos ver El penalti más largo del mundo (2005); y ahora nos llega Rivales.

El fútbol es en España uno de los principales motivos de discusión -seguro que también la primera causa de divorcios- y, por ello, en el cine es uno de los instrumentos más utilizados por y para el humor. La rivalidad que se genera entre dos hinchas rivales es capaz de traspasar la gran pantalla, remitiendo el resto de elementos de la vida a un segundo plano. Humor y mal gusto, combinación de este nuevo film que llega el 27 de junio de la mano de Fernando Colomo. Ya podemos ver el trailer:

La canción de Hogwarts

A finales de este año regresa a las salas de cine de todo el mundo una de las sagas más exitosas del último lustro. El 21 de noviembre de 2008 se estrena Harry Potter y el misterio del príncipe. Aunque en la quinta entrega -La orden del Fenix (2007)- se subió el listón (en mi opinión la mejor junto a la dirigida por Alfonso Cuarón en 2004, El prisionero de Azkaban), tendrán que mejorar mucho si quieren conseguir un mínimo de dramatismo.

En las tres primeras películas los personajes estan acartonados -no se salva la interpretación de ningún niño- y en el resto sus protagonistas están demasiado gastados. Si reflexionamos, comprendemos que realmente no existe ningún interés artístico detras de todo ésto; tan sólo el económico: los muñequitos, viedojuegos, etc.

Pero es que tenemos complicado recordar alguna escena memorable, porque es que no la tiene. Y no conseguir eso en cinco filmes es realmente difícil. Desde luego, si todas son como la que continúa (eliminada del metraje de El Cáliz de Fuego) no tienen nada que hacer.